Me lo recuerda el buchón del Face
Pasó mi hermano apurado
- ¿Donde vas tan ligerito?, inquirí
- Voy huyendo de los monstruos
- No hay monstruos. Son cuentos de la infancia
- Están. Y mas cerca de lo que tu crees. Unicamente un necio no puede verlos.
Entonces me pensé necio.
Dejé de ver cosas de mi entorno.
Fue cuando me volví cínico.
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