ABEL Y LOS OTROS CAIN
Los logros de uno eran los dolores del otro,
El uno nunca vio, lo que nunca le importó: los celos y resquemores envidiosos de su hermano y su familia.
Ocupado en ser, no se preocupó demasiado en las cosas que lo distrajeran de perseguir sus sueños y anhelos. Nunca se gastó por tener mas alla de lo necesario y acaso solo trabajó para que su ser también parezca...Su camino, sus búsquedas, estaba jalonado de principios y finales sin solución de continuidad. No esperaba que lo entiendan, pero cuidaba que no lo jodan, por aquello de la mujer del Cesar, tal vez.
El otro - y sus colaterales ensamblados - jamas pudieron digerir la primogenitura y el vivir a las sombras del primero.Lo odiaban por que representaba todo lo que ellos no podían ser.
Entonces se esforzaron por tener.
Sin importar los medios.
Corrompieron sus espíritus y sus profesiones, traicionaron los principios de las instituciones que los contenía y se hicieron traficantes, cuatreros, contrabandistas, carreristas, borrachos, tahures y mentirosos.
Un día, el precario equilibrio que existía en torno a la matriarca se quebró.
Las vías de hecho arrasaron con la paz y poco falto para que las dagas que clamaban sangre, mancharan los pisos.
El uno, en inferioridad numérica, cauteloso y prudente, tomo distancia y la perspectiva le permitió definir los pasos eficientes para hacer su voluntad.
Los otros, necios, ensoberbecidos e ignorantes nunca supieron que, ni cuanto perdieron.
Por eso creyeron que ganaron
Esa fue su perdición.
Cuando lo supieron ya era demasiado tarde
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