En el campo le decimos "Síndrome de la Vaca Empantanada".
En las sequías por la falta de pasto y escasez de agua los animales vacunos están débiles, de modo que se meten en los pozos a beber y en las barrancas se quedan empantanados, sin fuerzas para salir por si solos del fango, de tal manera que hay que ayudarlos. Embravecidos por el inconveniente, lo primero que hacen, apenas están libres, es atropellar a los que lo sacaron.Entre los humanos esto es mas viejo que la escarapela.
Saadi de Shiraj, el poeta persa del 1200 decía:
“No ha habido nadie a quien yo haya enseñado a tirar con arco, que al final no me haya convertido en su blanco”.
¿Y si a partir de ahora mismo comenzamos a agradecer a los que nos ayudan?
Al menos para que no nos digan que somos vacas... dale !!!
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