LA TIERRA EN EL HORIZONTE DE MARTE

Nadie que se haya empequeñecido frente a la magnificencia del universo pudo ni podrá jamás sustraerse de pensar en el tiempo y sus implicancias.
El éxtasis que se siente al intentar comprenderlo es casi una experiencia mística. Interpretar que la eternidad es también un segundo exige un poco mas que un calendario y una convención para medirlo. Exige sentirlo, y eso ya es otra cosa.
La chispa de un quark o de un leptón encierra todos los tiempos; encierra la eternidad de los quark y los leptones. Todo lo bello de esos mundos en esas dimensiones ocurre en esas escasas milésimas de nanosegundos que duran sus vidas. La única forma de dimensionarlos es estremecerse ante tanto prodigio y acaso eso sea también uno de los secretos de la eternidad.
Por eso no me asustan ni me entristecen las brevedades.
Las cosas bellas ocurren en un segundo y duran para siempre, aunque igual que los quark y los leptones, nos cueste verlos, y a veces siquiera sospecharlos.
Lo bueno si breve, doblemente bueno, y quizas tenga razón Nietzche, si es suya la frase, como se le atribuye.

Lo mismo ocurre con el espacio. Esta imagen al pie de esta nota me estremece.
No encuentro nada superior que contenga tantas contradicciones.
Ni siquiera mi vida, que es un completo muestrario de ellas.
La sutileza del cosmos, la complejidad de "lo humano" y la simpleza de la nada.
Es la fotografía crepuscular de la tierra desde el planeta Marte.
Un puntito apenas perceptible, por alli a la izquierda y arriba del centro de la gráfica.
Fue tomada 80 minutos después del atardecer marciano por Curiosity, en su día 529º sobre la superficie del planeta rojo.
Fue difundida por la NASA.
No es la primera fotografia de la tierra desde distancias siderales. La nave Voyager II también tomó una en los años setenta. Fue célebre por que sirvió de portada al libro Un punto azul celeste, de Carl Sagan.
En la presentación de su libro dijo el astrónomo:
"Todas las personas que has amado, todo lo que has conocido, todo de los que alguna vez escuchaste, todos los seres humanos que han existido, han vivido en el. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada superestrella del futbol, cada líder supremo, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí, en esa mota de polvo suspendida en un rayo de sol."

Si no tiene capacidad para estremecerte ante estas cosas de la eternidad y el infinito  quizás no vale la pena  que lo lea. Siga mirando Tinelli, arrebañado en el montón, anesteciado y consumiedo, que asi es como nos quieren para poder manipularnos a su antojo.