Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que se puede gravar con más impuestos..., cada vez más..., ¡siempre más! A esos, ¡cuánto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos!"
Lo dijo Jules Mazarin (nacido Giulio Mazarini o Mazzarini o Mazarino), más conocido como Cardenal Mazarino sucesor del cardenal Richelieu como primer ministro de Francia hace unos 200 años.
Y tiene su lógica.
Al rico no le importa pagar impuestos: Los paga o los dibuja y evade; el pobre no tiene con que pagar.
Entonces es la burguesía tradicional, el comerciante, el profesional independiente, los obreros institucionalizados, la que huye de la pobreza y se aferra con desesperación a su clase media, con la esperanza de algún día ser rico y poderoso, mientras que lo único que consigue es hacer mas lenta la caída.
La otra burguesía, la nueva burguesía, la emergente, es la que lucra en la politica, el narco, los negociados del capitalismo de amigo y la corrupción, esa burguesía rápidamente se vuelve rica y cumple sus sueños clasemedieros: se compra un perro de raza rara y aunque el bicho sea de Groenlandia, lo traen a vivir con 51 de térmica, cambia de mujer o de marido, le pone tetas grandes y labios de patos a sus amantes, adquieren una camioneta enorme para ir al café y fundamentalmente dejan de preocuparse por los impuestos.
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