Duerme el monte en su ancestral silencio
y en el hueco gentil de un tronco añoso
una gota ara una mejilla barbada
eruptando dolor, rechinando desprecio
Lava esa sal, penas que apenan
y el restallido de la ira contenida
explota en ese raudal de aguas humanas
rodando cuesta abajo la barranca y calman
La tierra sedienta de humores y humedades
recibe la gota de impotencia y rabia
y en el punto exacto en que aquella
toca el suelo y se desarma
brota instantáneo, inmenso, un árbol
que en los ríos presurosos de su sabia
lleva paz al ave solitaria.
El secreto sutil que sostiene del universo
la carga de ser humano en medio de las bestias
el la entereza para navegar en mares de mentiras
y el equilibrio para pasar las noches de tormenta
buscan en ese rostro acongojado y triste
la metáfora esencial, la piedad, la tolerancia
Y la hallan
Parte el hombre,
sin rencores
Solo pena,
solo dolor,
solo asco y lástima
21/2/2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario