Todo comenzó hoy a
la mañana, cuando me encontré con un amigo que me dijo que tenía un día de
perros. Lo felicité y le pregunté cual era el motivo de tanta felicidad. No se
si no me entendió o que, porque me puteo y se fue.
No se por qué.
Tener un día de
perros es lo mas hermoso que le puede pasar a uno. Lo se, desde mis días de
cachorro.
Y así comenzamos.
Los perros, esos
peludos compañeros de ruta desde el infinito a la eternidad, que trotan a
nuestro lado desde el fondo de los tiempos, esos lobos que se resisten
abandonar la adolescencia y que cumplen los mas diversos roles, desde aquél
primero - ayudante en la cacería - hasta el contemporáneo de co-terapeuta.
Pero veamos que
dicen los poetas, esos artesanos de la palabra que tienen un verso para cada
cosa, hasta para la cebolla.
Mark Twain, a quien
le ganó el escepticismo nos dejo dicho:
"Si recoges un
perro hambriento de la calle y lo haces próspero, no te morderá; esa es la
principal diferencia entre un perro y un hombre"
Ben Williams en
cambio sostiene que no hay mejor psiquiatra en la tierra que un cachorro
lamiéndote la cara.
Sigmund Freud, dijo
una vez ” Los perros aman a sus amigos y muerden a sus enemigos, casi al
contrario de las personas”
Manuel Jose Othon,
el poeta mexicano dejo un soneto maravilloso:
No temas mi señor: estoy alerta
Mientras tú de la
tierra te desligas
Y, con el sueño tu
dolor mitigas,
Vendrá la aurora y
te diré: “despierta,
Huyeron ya las
sombras enemigas.
Soy compañero fiel
de tus fatigas
Y celoso guardián
junto a tu puerta.
Te avisaré del
rondador nocturno,
Del amigo traidor,
del lobo fiero
Que siempre anhelan
encontrarte inerme.
Y si llega con paso
taciturno
La muerte, con mi
aullido lastimero
También te
avisaré... ¡descansa y duerme!
Eduardo Cesar
Viglietti escribió mucho sobre perros…
En, "UN PERRO
ABANDONADO", dijo:
"Un perro es
igual que un niño y debemos protegerlo"
En, AUN PERRO, dejo
dicho:
"A veces…
¿Sabes?… yo pienso Que DIOS te puso en la tierra Como un símbolo de amor
que los hombres no
interpretan"
Y en A MI PERRO,
grita a quien quiera escucharlo:
"Que distinto
sería el mundo,
si el hombre
a´prendiese de ellos!"
Ignacio Martinez, se
permite el humor en verso:
"El perro más
cerrado, es el can-dado.
El perro fatigado,
es el can-sado
Si ladra cual tenor,
es un can-tor.
Quien salta fuerte y
duro es el can-guro.
Las perras
ladradoras son las can-toras.
Ardientes como velas
son las can-delas"
Una frase popular
atribuida a Ernest Hemingway dice:
"Mi objetivo en
la vida es ser tan buena persona como mi perro ya cree que soy y eso que no
tomo su admiración como una señal de que lo estoy logrando"
Yo ya no tengo
perros. Después de Facundo me está costando. Me dolió perderlo. Si bien me
regaló 14 años de la más hermosa convivencia perruna imaginable, aun lo
extraño.
En agosto, a dos
años de su ausencia, le escribí una
elegía:
"Te cuento perro, que
se nos llenó de gatos el patio, cosa inverosímil si tu estuvieras atendiendo
tus responsabilidades. Los muy cabrones hacen esas cosas de gatos que
francamente incomodan y tanto te disgustan: corren, se pelean, se muerden y
dejan escuchar su lamentable voz en los aleros.
Algo tendré que
hacer yo, ya que tu no te ocupas de mantenerlos a raya.
El barrio esta
igual.
Algún que otro
vecino que nos dejó y que seguramente habrás visto llegar por el tuyo...
Nuevas amistades que
se acercan... viejos amigos que ya no vienen tanto como antes, en fin...siempre
lo mismo.
El cartero al que
mordiste se sigue cuidando de no pisar el césped cuando trae la correspondencia
y el repartidor de garrafas pregunta si estas en el fondo antes de pasar. A tu
amigo petizo ya no lo dejan salir, como antes, el también se puso viejito,
pinche enano, y de tus primos extranjeros se casi nada.
Yo te recuerdo casi
a diario, perro.
Tu plato y bebedero
están allí donde siempre, y aunque vacíos, por fuerza de la sensatez, a veces
los he llenado de comida y agua por fuerza de la costumbre.
En algunas
ocasiones, perro, me he descubierto mirando las góndolas de las mascotas a ver
si encuentro algo que pueda interesarte y todavía me es difícil hablar de ti
sin que se me nublen los anteojos.
Ahora mismo, no se
por qué, a esta pantalla se le desdibujan los contornos y desenfoca tus
imágenes...
En fin... pasa el
tiempo... ya dos años...
Que estés bien...
Nos veremos perro..."
"Mi perro y yo
tenemos un pacto. El adapta su
velocidad a mi bicicleta y yo le digo siempre a donde vamos. El duerme tirado al
sol y yo puedo usarlo de almohada. Yo enciendo el hogar
las noches de frío y el puede elegir primero donde echarse.
Pero la parte del
pacto mas importante fue acordada sin preámbulos ni discusiones. Es una regla
básica de la que jamás se habla, pero se cumple a rajatabla.
Yo no le pregunto
porque le aulla a la luna y el no me pregunta porque lloro en las noches."
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