Fue en 2013, todavía vivía el Facu y por esos extraños banquinazos que damos los argentinos, escaseaba, pan, aceite, gas...
Era la época de la guerra contra los medios de prensa y todo estaba teñido con el Clarín Miente de Guillermo Moreno, el latiguillo y voces de ordenes contra los "medios hegemónicos de la Corpo" y finezas análogas.
Un dia dije: No voy a leer mas diarios de la oposición, para saber si la realidad que yo veía a partir de entonces se parecía o no a la que veían los comunicadores del oficialismo gobernante, o era al menos distinta a la que yo veía hasta entonces. Así fue que un día deje de leer los diarios y de ver la TV de la Opo y me concentré en ver y escuchar solo programas y diarios Nac & Pop.
Ordenando mis cosas encontré la Crónica que escribí ese día, que como toda Crónica es corta de alcance temporal, pero testimonia el momento.
Tal vez valga la pena, aunque mas no sea para reirnos un rato.
Paranoicos y perseguidos varios, abstenerse.
Se llama EL DIA QUE FUI OFICIALISTA.
Decepcionado por mis magros resultados con la dieta macrobiótica y conforme lo anunciara públicamente, comencé mi ayuno informativo.
Desperté al alba, por cierto.
Claro: No me quede viendo TN, ni Canal 26, ni CN23, ni C5N; 6,7,8 comienza y termina temprano; la importancia del fideo en el parto de las ballenas, que era lo que estaban pasando por Discoveri Chanel , no logró atraparme; el Canal Gourmet solo iba a darme hambre, así que, bucee un rato el Calibre, elegí Agatha Christie, cargue la tablet y me fui a la cama.
Algo debe estar pasándome con los años: Agatha ya no me entretiene como antes. Eso, o el asesinato de Roger Ackroyd es verdaderamente un plomazo.
Me dormí enseguida.
Hubiera querido ahorrarle al lector estas tonterías, pero me tengo que adelantar al suspicaz que me va a preguntar que hacia levantado tan temprano.
Ayuno de noticias, con la mente en blanco, me preparé un café, me puse un buzo y salí a la vereda con el Facu.
Lloviznaba.
Allí nomas ya me di cuenta de que Clarín mentía.
No se por qué, en los medios, las lloviznas son siempre pertinaces.
Esta era una llovizna común y silvestre, finita, fría, desalentadora de cualquier actividad al aire libre. Con decirles que Facu marco dos o tres pastitos y se metió para adentro. El, que suele recorrer toda la cuadra meándose hasta los obreros de la Municipalidad que están parados en la esquina.
Solo y sin nada para mirar, me recaté y como corresponde a un dia de lloviznas, me fui a mirar por la ventana. Con licencia poética seria “A través de los cristales”. (No sé por qué cristales si es del mas berreta de los vidrios, pero en fin). Alli estaba yo, cuando me di cuenta que a mi café le faltaba algo. Azúcar tal vez?. No. Yo uso edulcorante. Espuma?. Crema?. Nada de eso.
Me faltaban las facturas y el diario.
Lo del diario podía olvidarlo. Era mi decisión y estaba dispuesto a bancarla hasta las últimas consecuencias, con el lomo, a lo macho, como corresponde.
Lo de las facturas ya era otra cosa. Bueno, facturas tampoco, porque yo no como facturas, pero si tostadas. Eso es. Me faltan las tostadas.
Fui a panera. Vacía.
Fui a la bolsa de pan viejo. Vacía.
(Bolsa de pan viejo. Así le decimos a una bolsita tela, colgada de la pared o guardada en algún lugar de la alacena en la que vamos poniendo al pan de ayer, de antes de ayer, que va quedando, hasta que ocurran cualquiera de estas tres cosas. O que lo tiremos porque está lleno de moho, o que la mama de uno viene a hacerle el budín que tanto le gusta al nene o nos lo comemos en tostadas.
Respire honde, me puse los timbos y me fui a mi panadería.
Yo soy uno de esos tipos fieles a rabiar. Jamás traiciono a mi panadero. Para mi, mi panadería es mi panadería, es como mi peluquería. Es como ser de Independiente. En la B y todo, pero uno sigue siendo de Independiente. Bueno, así.
Rumbee para la calle Saavedra. La encontré a mi compañera de colegio cariacontecida y muy seria.
- Que te pasa?
- Voy a tener que cerrar.
- No jodas. Por qué?
- No dan los números, flaco. (Lo de flaco es por la imagen que le queda a ella de la época en que éramos compañeros en el industrial. Yo siempre se lo tomé como un cumplido.)
- Cómo que no dan los números?. Vos tenés carnet e historia suficiente como para vender el pan a treinta mangos. Lo tuyo es un producto Gourmet. El que quiere que pague. Lo tuyo no es Nac & Pop, ni tiene que serlo… A mi me gusta el pan de aca y pago por ello. Además yo veo que tus clientes no son del Five Circuit. Acá yo veo desfilar 4x4 a la hora que sale el pan caliente, déjate de joder.. que estas diiendo…
- Y no, hermano. Parece nomas. La harina aumenta todos los días. Y no se puede hacer stock porque no se consigue, y encima ahora el pan no se puede aumentar, porque cae la DGI, - (AFIP. Nótese el anacronismo)- o te inspecciona el Ministerio de Trabajo, o te viene La Cámpora a controlar los precios.
- …?
- En serio. Fíjate, ahí en la esquina están. En cualquier momento caen por acá.
Pagué mis bocaditos, saludé y salí.
Solo por curioso camine hasta la esquina.
Efectivamente allí estaban ocho jóvenes y un lumpen de saco y corbata que los adoctrinaba. Los mire. Buenas llantas los vagos: Adidas, Nike. Nada de Trucholandia: auténticas, auténticas. Lompa, Nac & Pop, nuevecitos. Remeras impecables con la consabida bandera argentina y unos chalecos en la mano, en cuyas espaldas pude leer, cuando uno de ellos se lo puso “Para Cuidar Tu Bolsillo”.
Me dio cosa. Instintivamente palpe mi billetera y me fui, presuroso, a recalentar mi café.
Prendí la compu y me mande. Que lo parió. Pavlov tenía razón con aquello de los reflejos condicionados. El dedo solito le apunto al icono de La Mañana. Lo paré a tiempo. Borre de la barra de preferidos todos los iconos de los medios de la Corpo, fui a mi lista de contactos y bloquee a todos mis amigos de La Opo, de paso desbloquee a todos los que tenía catalogados como fanáticos, descerebrados, choripaneros y demás categorías parecidas. Luego leí la tabla del dia de Telam, me zampé Pagina 12, conteste algunos correos y me fui hasta la página de la Secretaria de Defensa del Consumidor que me dijeron que mire por que tenía una recetas muy lindas para amasar el pan en casa.
Yo crei que me estaban cargando cuando me contaron, pero no. Es en serio. Una página oficial del Gobierno Argentino difunde recetas para amasar el pan en casa.
Algo debe estar mal.
La disparada del precio del pan es por la escases de harina no porque los panaderos sean todos unos guachos hijos de putas, gorilas, cipayos, golpistas, destituyentes, malnacidos, vendepatrias que quieren boicotear al gobierno. Si todos amasamos el pan en casa, los dejamos sin laburo a los panaderos, y se van a ir al bombo. Yo recuerdo que ayer, el ultimo diario de La Corpo que leí, antes de decidir leer solo diarios Nac & Pop, decía que estábamos importando harina por que el trigo que se había sembrado la campaña pasada no alcanzaba para abastecer el mercado interno.
Hajaja.. Estos guachos del campo nos están cagando, pensé.
Pero no.
Resulta que al trigo lo sembraban los agricultores medianos y pequeños, cien, ciento cincuenta hectáreas. Los tipos no resistieron la presión tributaria ni la oferta de los señores de la Patria Inmobiliaria y terminaron vendiendo sus campos, y sus nuevos dueños, de la noche a la mañana, cerraron , los tambos, corrieron los alambrados, destroncaron las cortinas de álamos y eucaliptus y sembraron soja. Porque los pooles sojeros si exportan pagando al estado el 40 % de la producción, total que importa, sin son ellos mismos nomas.
En un abrir y cerrar de ojos se encargan de recuperar sus dineros, desde el otro lado del mostrador.
Fue en ese momento en que dije: No, no puede ser.
Este diario está mintiendo. No pueden haber argentinos tan canallas.
Ahí fue que decidí leer solo medios oficialistas para enterarme de la verdad de la milanesa.
Pero mientras tanto tenía que tener pan para el mediodía.
Mire mi alacena y vi que no tenía harina. Sali a los piques para el super.
Dos de los roperos esos que tiene Pilo de guardaespaldas cuidaban las gondolas de la harina, que curiosamente esta contigua a las de los aceite. Ambas estaban peladas. Apenas tres o cuatro paquetes.
- Uno por pera, flaco. (En este caso el flaco no se por qué sería. Por las dudas lo tome como un cumplido)
- La resolución de Moreno dice Control de Precio por acuerdo con los Supermercados, no control de cantidad por… Además la harina debe valer $ 2.59 y acá dice $ 4.99 y…
- Uno por pera!. Está claro?
- … (La puta si no va a estar claro)
Pague mi harina, salude y salí.
Solo por curioso camine hasta la esquina. Allí venían, como en esas propagandas de la serie argentina que da en la tele, caminando uno al lado del otro, ocupando toda la vereda, con el lumpen de corbata a la cabeza y sus ángeles de chalecos azules…
Palpe de nuevo mi billetera y salí cagando.
Me fui a amasar mi pan. Me salieron veinticuatro preciosas milonguitas, conforme me lo aconsejo la Pimpi Colombo.
Pero a que no saben qué?
Si.
Se me término el gas!
Acá estoy con mi garrafa. Somos como 150 esperando que venga el camión de Gas para Todos y Todas.
Pero eso será para la próxima crónica.
Por ahora la realidad me está cagando a goleada.
Pero debe ser porque hoy es mi primer dia de oficialista.
A lo mejor mañana ya sea distinto.
FORMOSA 6/6/2013
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