Los autores rusos plantean frecuentemente escenarios suburbanos y rurales para el desarrollo de sus historias. Afectado por los orígenes, uno no puede dejar de conmocionarse con estas construcciones... Bha.. al menos, yo no puedo. Serguiéi Esenin, a veces transliterado Sergei Yesenin fue el mas sólido exponente de la intelectualidad campesina de la Rusia post zarista. El escribió, en 1925, éste poema:
Carta a la madre
¿Aún vives, viejecita mía?
Yo vivo también. ¡Salud, tengas salud!
Que se difunda sobre tu cabaña
Por la tarde, inefable, aquella luz.
Me escriben que tú, en ansias,
Por mí te afliges mucho, y que al camino
Te asomas a menudo
Con tu raído, tu vetusto abrigo.
Entre la sombra azul crepuscular
Vislumbras una y otra vez la misma
Visión: en una gresca de taberna
Han clavado en mi pecho una cuchilla.
No es nada, madrecita. Despreocúpate:
Es sólo una penosa pesadilla.
No soy un beodo tan perdido: ¡Cómo
Moriré sin hacerte una visita!
Yo soy tan cariñoso como siempre
Y añoro sólo el sueño de que un día,
Ya curado de indómitas angustias,
Pueda volver a nuestra cabañita.
Volveré cuando esparza su ramaje
En primavera nuestro jardín blanco.
Sólo no me despiertes en el alba
Como solías entonces, hace ocho años.
No turbes lo que no pudo cumplirse
Y no recuerdes la ilusión perdida
Que muy pronto en mi vida me tocó
Saber de privaciones y fatigas.
Y no me enseñes a rezar. ¿A qué?
Ya lo antiguo jamás regresará.
Tú, mi solo consuelo, tú, mi amparo,
Tú, mi sola, indecible claridad.
Así que ya por mí no te preocupes
Ni tengas más congojas por tu hijo.
Y al camino no salgas tantas veces
Con tu raído, tu vetusto abrigo.
La fotografìa es obra del fotografo bielorruso ARTUR POLITOV, especialista en retratos
Artur Politov
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