Se llama cañón cuáquero a la pieza de artillería simulada hecha de un tronco, habitualmente pintada de negro y que se utiliza para confundir al enemigo simulando la posesión de una mayor fuerza artillera de la que realmente se tiene.
El nombre deriva de la religión cuáquera, que tiene como uno de sus principios fundamentales oponerse a todo tipo de violencia. Este tipo de artimaña militar se utilizó masivamente en la guerra civil de los Estados Unidos por parte del Ejército Confederado para engañar a las tropas federales.
En la SGM, los bombarderos estadounidenses que participaron en el bombardeo de Japón a cargo de James H. Doolittle, estaban «armados» con palos de escoba pintados en lugar de ametralladoras con el fin de reducir el peso global del avión.
En el Punto Du Hoc el día D (6 de junio de 1944), el Ejército alemán hizo uso de sus propios cañones cuáqueros para engañar a los exploradores aliados enviados para destruir la artillería francesa que los alemanes habían acumulado en ese punto. Los cañones auténticos habían sido trasladados hacia el interior, aunque fueron posteriormente encontrados y destruidos por los aliados.
El Mariscal Rommel, usó maquetas de tanques de cartón pintado, ventiladores para levantar polvareda y altavoces para simular mas tanques de los que efectivamente poseía el Afrika Korps.
En la guerra del golfo de 1991, el líder iraquí Saddam Hussein utilizó piezas de artillería y tanques de plástico para confundir los ataques aéreos de la coalición de las Naciones Unidas.
ENTRE EL INFINITO Y LA ETERNIDAD. Por FEDERICO PRINCICH. Cuentos, relatos, anécdotas, personajes, biografías, crónicas de viajes, libros, opiniones, curiosidades, imágenes, música de todos los tiempos y lugares.
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Bienvenidos
Aquí hay un poco de todo. No será un lugar demasiado original ni distinto, pero acaso si lo suficientemente entretenido como para que tengan ganas de volver.
29 de enero de 2017
MUCHO OJO CON LOS BAJITOS...
Uno de los espías más prolíficos del mundo fue un hombre de sólo cincuenta y ocho centímetros de estatura apellidado Richebourg, que pasó sus primeros años trabajando como sirviente para una familia en Orleans; sin embargo, a los veintiún años sería reclutado por una de las facciones de la Revolución francesa con el fin de convertirlo en un pasante de información al exterior.
El método utilizado era muy peculiar: Richebourg memorizaba el mensaje y acto seguido era rasurado y vestido como un bebé, siendo cuidadosamente cubierto con una manta. Una vez disfrazado, una anciana lo hacía pasar por la frontera bajo la inocente imagen de una criada paseando al hijo de sus empleadores. Con el tiempo la táctica fue variando y Richebourg a veces era dejado con su carrito al lado de oficiales del Gobierno o guardias, bajo la excusa y solicitud de la anciana de cuidarlo
unos momentos mientras se iba a hacer un mandado. En ese lapso, el diminuto espía trataría de captar algo de información de interés entre las charlas de los oficiales. Richebourg murió en París en 1858, a los noventa años.
* La nota pertenece Sergio Barros, para el libro Fraudes, engaños y timos de la historia
El método utilizado era muy peculiar: Richebourg memorizaba el mensaje y acto seguido era rasurado y vestido como un bebé, siendo cuidadosamente cubierto con una manta. Una vez disfrazado, una anciana lo hacía pasar por la frontera bajo la inocente imagen de una criada paseando al hijo de sus empleadores. Con el tiempo la táctica fue variando y Richebourg a veces era dejado con su carrito al lado de oficiales del Gobierno o guardias, bajo la excusa y solicitud de la anciana de cuidarlo
unos momentos mientras se iba a hacer un mandado. En ese lapso, el diminuto espía trataría de captar algo de información de interés entre las charlas de los oficiales. Richebourg murió en París en 1858, a los noventa años.
* La nota pertenece Sergio Barros, para el libro Fraudes, engaños y timos de la historia
Sueños adolescentes
La amé, sin dudas, y me amó, también sin dudas, pero conspirábanle a aquella aventura, nuestra extrema juventud y las ganas de volar.
Éramos muy jóvenes, tanto que ni siquiera sospechábamos que jamás se repetiría la dulzura experimental de aquellas sensaciones y dimos por sentado demasiado cosas.
Un día descubrimos que teníamos alas y el estrecho entorno de nuestras vidas no alcanzaba para que voláramos juntos. Comenzamos a preocuparnos menos por estar juntos que por los espacios infinitos que no explorábamos y así, diluidas las pasiones, dispersos los sentimientos, sin amarres ni condiciones, con el documento y tres pesos desplegué alerones y salí a recorrer el mundo.
No la olvide, pero la recordé a chispazos, un aeródromo, un puerto más en la larga lista de paradas técnicas que fui haciendo en la vida
A lo largo de todos estos años, alguna vez sentí la curiosidad de saber que había sido de aquella niña.
No tuve suerte o no puse el empeño necesario.
Sólo volví a los lugares comunes, la plaza de la primera cita, los rincones secretos de la ciudad, esos que conocen los amantes pues permiten los escarceos sin demasiado costo, algunos ya ni existían después de tantos años, derrotados por el progreso, algún amigo común de aquellos años, que acaso se formulaba la misma pregunta que yo y no mucho más que eso.
Alguien me dijo que se había mudado a otra ciudad.
No pude evitar la imagen de vernos en un tren, uno en cada punta, sin vernos, sin reconocernos, sin sabernos, sin presentirnos, pasajeros del mismo destino.
Y nada más.
No alcanzó para la obsesión ni creí que valiera la pena el intento.
Ella estaría en su mundo, el que supo, quiso o pudo construir.
Y así estaba bien, alojada en el baúl de los recuerdos, en la borrosa nebulosa de la memoria al cabo de los años…
Hasta que hoy…”
Formosa, julio de 2013
Éramos muy jóvenes, tanto que ni siquiera sospechábamos que jamás se repetiría la dulzura experimental de aquellas sensaciones y dimos por sentado demasiado cosas.
Un día descubrimos que teníamos alas y el estrecho entorno de nuestras vidas no alcanzaba para que voláramos juntos. Comenzamos a preocuparnos menos por estar juntos que por los espacios infinitos que no explorábamos y así, diluidas las pasiones, dispersos los sentimientos, sin amarres ni condiciones, con el documento y tres pesos desplegué alerones y salí a recorrer el mundo.
No la olvide, pero la recordé a chispazos, un aeródromo, un puerto más en la larga lista de paradas técnicas que fui haciendo en la vida
A lo largo de todos estos años, alguna vez sentí la curiosidad de saber que había sido de aquella niña.
No tuve suerte o no puse el empeño necesario.
Sólo volví a los lugares comunes, la plaza de la primera cita, los rincones secretos de la ciudad, esos que conocen los amantes pues permiten los escarceos sin demasiado costo, algunos ya ni existían después de tantos años, derrotados por el progreso, algún amigo común de aquellos años, que acaso se formulaba la misma pregunta que yo y no mucho más que eso.
Alguien me dijo que se había mudado a otra ciudad.
No pude evitar la imagen de vernos en un tren, uno en cada punta, sin vernos, sin reconocernos, sin sabernos, sin presentirnos, pasajeros del mismo destino.
Y nada más.
No alcanzó para la obsesión ni creí que valiera la pena el intento.
Ella estaría en su mundo, el que supo, quiso o pudo construir.
Y así estaba bien, alojada en el baúl de los recuerdos, en la borrosa nebulosa de la memoria al cabo de los años…
Hasta que hoy…”
Formosa, julio de 2013
El poder y sus cosas
El poder tiene tres atributos que le son esenciales: acrece la perversidad del malo, corrompe al bueno y encuentra siempre, inequívocamente, al mejor para ejercerlo.
OK TE AVISO, AMIGO.
El tema no es fácil, pues el coqueteo femenino es un fenómeno tan complejo y enigmático como ellas mismas, de modo que no nos queda más remedio que tratar de interpretar las señales y jugarnos a cara o cruz.
A veces la conjunción de tres o cuatro de ellas en vez de ser auspiciosas, nos conducen a evaluaciones apresuradas con las desvastadoras consecuencias que el lector experimentado ya debe estar adivinando.
Si la mujer te toca el brazo, te acomoda la camisa, o llega a rozarte la pierna con la suya, es un buen indicio de que quiere acercarse, pero no sea guarango, a veces es solo que les molesta lo mal entrazado que están sus amigos
La mujer está siempre acomodándose el cabello, es casi una costumbre automática que la mayor parte del tiempo no tiene nada que ver con el coqueteo y si bien en la mujer que está coqueteando tiene una función biológica que es la de sacudir las feromonas de su piel, tampoco se desboque por los olores
A veces coinciden en casi todo, tratan de mirar cuando no las están mirando, le transpiran las manos, si están sentadas al lado de un hombre que les interesa, al cruzar las piernas ponen la más alejada de él por encima de la otra, para mostrar mejor la pantorrilla y da la sensación de que se está en buen camino, pero, ojo con mal interpretar o interpretar apresuradamente esas señales.
La psicología femenina es mucho más compleja de lo que parece.
No hay un número mínimo adecuado de señales o actitudes a partir del cual puede uno considerar que la mujer que está coqueteando, está receptiva y se tendrá éxito en la empresa, pues puede ocurrir que no solo no esté coqueteando sino que además, se está probando y - lo que es peor aún - nos esté probando.
Suele ocurrir también que el entusiasmo no nos deja ver las señales negativas que pueden ir desde señales confusas, ausencia de señales hasta la indiferencia y mismísimo desdén.
Eso si: Ante un “Dale, te aviso”, raje, sin mirar atrás.
Es la primera
Lo que sigue es “Ok, te aviso, amigo”
Y de allí no se vuelve.
A veces la conjunción de tres o cuatro de ellas en vez de ser auspiciosas, nos conducen a evaluaciones apresuradas con las desvastadoras consecuencias que el lector experimentado ya debe estar adivinando.
Si la mujer te toca el brazo, te acomoda la camisa, o llega a rozarte la pierna con la suya, es un buen indicio de que quiere acercarse, pero no sea guarango, a veces es solo que les molesta lo mal entrazado que están sus amigos
La mujer está siempre acomodándose el cabello, es casi una costumbre automática que la mayor parte del tiempo no tiene nada que ver con el coqueteo y si bien en la mujer que está coqueteando tiene una función biológica que es la de sacudir las feromonas de su piel, tampoco se desboque por los olores
A veces coinciden en casi todo, tratan de mirar cuando no las están mirando, le transpiran las manos, si están sentadas al lado de un hombre que les interesa, al cruzar las piernas ponen la más alejada de él por encima de la otra, para mostrar mejor la pantorrilla y da la sensación de que se está en buen camino, pero, ojo con mal interpretar o interpretar apresuradamente esas señales.
La psicología femenina es mucho más compleja de lo que parece.
No hay un número mínimo adecuado de señales o actitudes a partir del cual puede uno considerar que la mujer que está coqueteando, está receptiva y se tendrá éxito en la empresa, pues puede ocurrir que no solo no esté coqueteando sino que además, se está probando y - lo que es peor aún - nos esté probando.
Suele ocurrir también que el entusiasmo no nos deja ver las señales negativas que pueden ir desde señales confusas, ausencia de señales hasta la indiferencia y mismísimo desdén.
Eso si: Ante un “Dale, te aviso”, raje, sin mirar atrás.
Es la primera
Lo que sigue es “Ok, te aviso, amigo”
Y de allí no se vuelve.
La gallina de los huevos de oro, versión underground
En el otoño de 1806, en la ciudad inglesa de Leeds, la tabernera Mary Bateman afirmó que una de sus gallinas había puesto varios huevos con la inscripción «Cristo viene».
Después dicha señora que aducía poderes proféticos, aclaró que la gallina pondría catorce huevos de tal estilo y cuando los hubiera puesto todos, el mundo sería pasto de las llamas.
Como de soslayo, dijo también que había cierta esperanza de arreglo y que quien deseara saber más debería pagarle un penique.
Muchos o casi todos en el poblado, lo abonaron.
Entonces ella aclaró que cuando la gallina hubiera puesto el decimocuarto huevo todas las personas que llevaran una etiqueta con las siglas «J. C.» entrarían en el cielo.
Dicha etiqueta costaba un chelín.
La clientela se fue haciendo mayor a medida que la gallina iba poniendo huevos y la gente acudía a la taberna para comprar la etiqueta.
Jha, ndo faltaiboí jagúa carrerajape. (Jeisé España ñeéme: Y nunca falta un perro en las carreras).
Las autoridades quisieron saber de que se trataba y enviaron unos observadores el día que la gallina debía poner el último huevo y estos sorprendieron a la mujer en el momento en que estaba forzándola para introducirle un huevo, que luego el ave volvería a poner.
Fue condenada y ahorcada.
.
Fuente: Fraudes de la historia, libro escrito por Gregorio Doval, que curiosamente también es un fraude ya que plagia a diversos autores haciendo citas sin mencionar la fuente
Después dicha señora que aducía poderes proféticos, aclaró que la gallina pondría catorce huevos de tal estilo y cuando los hubiera puesto todos, el mundo sería pasto de las llamas.
Como de soslayo, dijo también que había cierta esperanza de arreglo y que quien deseara saber más debería pagarle un penique.
Muchos o casi todos en el poblado, lo abonaron.
Entonces ella aclaró que cuando la gallina hubiera puesto el decimocuarto huevo todas las personas que llevaran una etiqueta con las siglas «J. C.» entrarían en el cielo.
Dicha etiqueta costaba un chelín.
La clientela se fue haciendo mayor a medida que la gallina iba poniendo huevos y la gente acudía a la taberna para comprar la etiqueta.
Jha, ndo faltaiboí jagúa carrerajape. (Jeisé España ñeéme: Y nunca falta un perro en las carreras).
Las autoridades quisieron saber de que se trataba y enviaron unos observadores el día que la gallina debía poner el último huevo y estos sorprendieron a la mujer en el momento en que estaba forzándola para introducirle un huevo, que luego el ave volvería a poner.
Fue condenada y ahorcada.
.
Fuente: Fraudes de la historia, libro escrito por Gregorio Doval, que curiosamente también es un fraude ya que plagia a diversos autores haciendo citas sin mencionar la fuente
LA ROSA DE MI VENTANA
La veo muriendo.
Todavía un poco roja,
su rubor amaina
y se deshoja
en la tarde otoñal de su existencia
Sus pétalos esparcidos
disimulando el breve espacio de sus sombras
Y el misterio oculto en sus pistilos
fermentando en el fruto de la rosa.
...
Sé que yo también
he de morir así,
de estas cosas.
Formosa, 29 de enero de 2017
In Memorian JPZ y en homenaje a LCR que aún no se por qué la sigo castigando
Todavía un poco roja,
su rubor amaina
y se deshoja
en la tarde otoñal de su existencia
Sus pétalos esparcidos
disimulando el breve espacio de sus sombras
Y el misterio oculto en sus pistilos
fermentando en el fruto de la rosa.
...
Sé que yo también
he de morir así,
de estas cosas.
Formosa, 29 de enero de 2017
In Memorian JPZ y en homenaje a LCR que aún no se por qué la sigo castigando
Perro verde
Deambulando por los distritos del divague.
Todo comenzó cuando yo le dije a alguien que era medio perro verde.
- ¿Que es un perro verde?, me pregunto.
- Eso. Un perro verde.
- ¿Y para qué pintarías un perro de verde.?
- No. No lo pintaría. Es así de origen.
- Yo nunca vi ninguno.
- Aja. De eso se trata.
- Entonces no existe…
- No es que no exista. No viste ninguno, que es distinto
- Pero yo nunca supe que existiera una raza de perros con pelos verdes
- Bueno. Me cansé. Mirá. Perro verde es una metáfora para describir a una persona rara.
- Una persona rara?
- Si. Una persona rara. Igual que un perro verde. ¿Acaso has visto uno?. Me dijiste que ni siquiera sabias de su existencia. Bueno. Asi. Hay personas que son como los perros verdes
- ¿Y porque no me dijiste eso y ya y te evitabas todo este quilombo?
- ¿Es que a vos no te gusta pensar?
- Pienso, pero yo no pienso güevadas, ¿Qué cosa útil puede derivar de la existencia o no de un perro verde.?
- A ver. Mira todo lo que puedes sacar de allí: Hay personas que son perro verde y no saben que lo son. Andan por la vida luciendo siempre inadecuada sonrisa en los velorios, arruinado con gestos las fotos en los casorios, casi siempre le sacan la novia. Viven en su mundo, aislados y en soledad, a veces ni saben por que no encajan.
Hay otros que saben que son perros verdes y odian serlo. Tratan de que nadie se dé cuenta, se arrebañan con el montón, gastan pila de guita en psicoanalistas, sufren por lo que quieren y pueden hacer, pero no se animan por los mandatos, los prejuicios, el que dirán, los miedos, los cliché, los moldes, etc.
Hay todavía un grupo que no son perros verdes pero quieren serlo.
Entonces simulan una condición que no les queda cómoda, A los 50 se ponen una camisa floreadas, pantalones rojos, piercing, se tatúan hasta el orto, dejan el pelo con cola de caballo, pero se pasan mirando alrededor a ver quiénes lo están mirando y se mueren de vergüenza y culpa tratando de justificarse.
Finalmente hay un grupo de personas que son perros verdes, saben que son perros verdes, y andan por la vida disfrutando ser perros verdes.
Se los ve felices, rodeado de amigos, tienen profesiones y gustos rarísimos, cocinan como los dioses, se emocionan hasta las lágrimas con el Chente Fernández o Guns and Roses, se visten como se les da la regalada gana, les da igual pata o pechuga y fundamentalmente, quieren y saben cómo hacer felices a los demás miembros de su manada.
Esas personas - los perros verdes, cualquiera sea su variante - son los que captan mi atención. Acaso porque las comprendo, acaso porque yo mismo también soy un perro verde.
Con ellos formo manada.
- ¿Che. Y si uno se tiñe, se nota?
Todo comenzó cuando yo le dije a alguien que era medio perro verde.
- ¿Que es un perro verde?, me pregunto.
- Eso. Un perro verde.
- ¿Y para qué pintarías un perro de verde.?
- No. No lo pintaría. Es así de origen.
- Yo nunca vi ninguno.
- Aja. De eso se trata.
- Entonces no existe…
- No es que no exista. No viste ninguno, que es distinto
- Pero yo nunca supe que existiera una raza de perros con pelos verdes
- Bueno. Me cansé. Mirá. Perro verde es una metáfora para describir a una persona rara.
- Una persona rara?
- Si. Una persona rara. Igual que un perro verde. ¿Acaso has visto uno?. Me dijiste que ni siquiera sabias de su existencia. Bueno. Asi. Hay personas que son como los perros verdes
- ¿Y porque no me dijiste eso y ya y te evitabas todo este quilombo?
- ¿Es que a vos no te gusta pensar?
- Pienso, pero yo no pienso güevadas, ¿Qué cosa útil puede derivar de la existencia o no de un perro verde.?
- A ver. Mira todo lo que puedes sacar de allí: Hay personas que son perro verde y no saben que lo son. Andan por la vida luciendo siempre inadecuada sonrisa en los velorios, arruinado con gestos las fotos en los casorios, casi siempre le sacan la novia. Viven en su mundo, aislados y en soledad, a veces ni saben por que no encajan.
Hay otros que saben que son perros verdes y odian serlo. Tratan de que nadie se dé cuenta, se arrebañan con el montón, gastan pila de guita en psicoanalistas, sufren por lo que quieren y pueden hacer, pero no se animan por los mandatos, los prejuicios, el que dirán, los miedos, los cliché, los moldes, etc.
Hay todavía un grupo que no son perros verdes pero quieren serlo.
Entonces simulan una condición que no les queda cómoda, A los 50 se ponen una camisa floreadas, pantalones rojos, piercing, se tatúan hasta el orto, dejan el pelo con cola de caballo, pero se pasan mirando alrededor a ver quiénes lo están mirando y se mueren de vergüenza y culpa tratando de justificarse.
Finalmente hay un grupo de personas que son perros verdes, saben que son perros verdes, y andan por la vida disfrutando ser perros verdes.
Se los ve felices, rodeado de amigos, tienen profesiones y gustos rarísimos, cocinan como los dioses, se emocionan hasta las lágrimas con el Chente Fernández o Guns and Roses, se visten como se les da la regalada gana, les da igual pata o pechuga y fundamentalmente, quieren y saben cómo hacer felices a los demás miembros de su manada.
Esas personas - los perros verdes, cualquiera sea su variante - son los que captan mi atención. Acaso porque las comprendo, acaso porque yo mismo también soy un perro verde.
Con ellos formo manada.
- ¿Che. Y si uno se tiñe, se nota?
27 de enero de 2017
La clase de economia
Es probable que solo sea una construcción intelectual de algun "gorila" o del "cipayage nacional", como gustan definir a los que no aplauden, estos tilingos absurdos de la revolución Nac & Pop, pero créanme que esta anécdota la conozco hace por lo menos 5 años y en todo este tiempo, jamás lei una refutación, ni siquiera en carácter de insulto, tan habitual en sus construcciones intelectuales.
Esto dice mas o menos asi:
Un profesor de economía en una universidad estadounidense, dijo que nunca había reprobado a un solo estudiante, pues procuraba que todos se esfuercen para lograr los objetivos de la materia, hasta que una vez debió reprobar a una clase entera.
Esta division en particular había insistido en que el socialismo realmente funciona con un gobierno asistencialista que intervenga sobre la distribución de las riquezas, entonces nadie sería pobre y nadie sería rico, todo sería ecuanime y equitativo.
El profesor entonces dijo:
Está bien, vamos a hacer un experimento socialista en esta clase.
En lugar de dinero, usaré las notas de sus pruebas.
Todas las calificaciones se otorgan en base al promedio de la clase, y por lo tanto sería justo. Todos reciben las mismas notas, lo que significa que, en teoría, nadie va a fallar, así cualquier persona podrá recibir una buena nota y aprobar la materia.
Después de calculada la media de la primera prueba, todos recibieron un siete (7).
Quién había estudiado con dedicación se indignó, pero los estudiantes que que no se habían esforzado estaban muy contentos con el resultado e impusieron su criterio y el número suficiente.
Cuando se tomó la segunda prueba, los perezosos estudiaron aún menos, ya que esperaban obtener buenas calificaciones de todos modos.
Aquellos que habían estudiado bastante anteriormente, decidieron que ellos también se aprovecharían de las notas de otros.
Como resultado, el promedio de la segunda prueba fue un cinco (5)
A nadie le gustó esa nota
Con la tercera prueba, el promedio general fue de tres (3)
Las notas no volvieron jamas a los niveles que tenian antes del experimento, pero los desacuerdos entre los estudiantes, la búsqueda de culpables y malas palabras se habian convertido en parte de la atmósfera de esa clase.
La búsqueda de la justicia de los estudiantes había sido la causa principal de las quejas, el odio y el sentimiento de injusticia que han pasado a formar parte de esa clase.
Al final, nadie quería estudiar para beneficiar al resto.
Por lo tanto, todos los estudiantes repitieron el curso
El profesor explicó:
El experimento socialista fracasó porque el socialismo tiende a nivelar para abajo
Cuando la recompensa es grande el esfuerzo por el éxito individual es grande.
Pero cuando el gobierno quita todos los premios a la hora de tomar las cosas de los demás para dar a los que no lucharon por ellos, entonces nadie va a tratar o querer hacer lo mejor posible.
Tan simple como eso
Conclusiones:
1. No se puede llevar a la prosperidad a los más pobre, sólo sacando la prosperidad de los más ricos;
2. Para recibir sin tener que trabajar, una persona tiene que trabajar sin recibir;
3. El gobierno no puede dar nada a nadie que no lo ha tomado de otra persona;
4. Al contrario de lo que se cree, es imposible multiplicar la riqueza, tratando de dividirla;
5. Cuando la mitad de la población cree la idea de que no tienen que trabajar porque la otra mitad de la población va a apoyarla, y cuando la otra mitad cree que no vale la pena trabajar para mantener a la primera mitad, entonces llegamos al principio del fin de una nación.
Me gustaria en serio ver una refutación
Esto dice mas o menos asi:
Un profesor de economía en una universidad estadounidense, dijo que nunca había reprobado a un solo estudiante, pues procuraba que todos se esfuercen para lograr los objetivos de la materia, hasta que una vez debió reprobar a una clase entera.
Esta division en particular había insistido en que el socialismo realmente funciona con un gobierno asistencialista que intervenga sobre la distribución de las riquezas, entonces nadie sería pobre y nadie sería rico, todo sería ecuanime y equitativo.
El profesor entonces dijo:
Está bien, vamos a hacer un experimento socialista en esta clase.
En lugar de dinero, usaré las notas de sus pruebas.
Todas las calificaciones se otorgan en base al promedio de la clase, y por lo tanto sería justo. Todos reciben las mismas notas, lo que significa que, en teoría, nadie va a fallar, así cualquier persona podrá recibir una buena nota y aprobar la materia.
Después de calculada la media de la primera prueba, todos recibieron un siete (7).
Quién había estudiado con dedicación se indignó, pero los estudiantes que que no se habían esforzado estaban muy contentos con el resultado e impusieron su criterio y el número suficiente.
Cuando se tomó la segunda prueba, los perezosos estudiaron aún menos, ya que esperaban obtener buenas calificaciones de todos modos.
Aquellos que habían estudiado bastante anteriormente, decidieron que ellos también se aprovecharían de las notas de otros.
Como resultado, el promedio de la segunda prueba fue un cinco (5)
A nadie le gustó esa nota
Con la tercera prueba, el promedio general fue de tres (3)
Las notas no volvieron jamas a los niveles que tenian antes del experimento, pero los desacuerdos entre los estudiantes, la búsqueda de culpables y malas palabras se habian convertido en parte de la atmósfera de esa clase.
La búsqueda de la justicia de los estudiantes había sido la causa principal de las quejas, el odio y el sentimiento de injusticia que han pasado a formar parte de esa clase.
Al final, nadie quería estudiar para beneficiar al resto.
Por lo tanto, todos los estudiantes repitieron el curso
El profesor explicó:
El experimento socialista fracasó porque el socialismo tiende a nivelar para abajo
Cuando la recompensa es grande el esfuerzo por el éxito individual es grande.
Pero cuando el gobierno quita todos los premios a la hora de tomar las cosas de los demás para dar a los que no lucharon por ellos, entonces nadie va a tratar o querer hacer lo mejor posible.
Tan simple como eso
Conclusiones:
1. No se puede llevar a la prosperidad a los más pobre, sólo sacando la prosperidad de los más ricos;
2. Para recibir sin tener que trabajar, una persona tiene que trabajar sin recibir;
3. El gobierno no puede dar nada a nadie que no lo ha tomado de otra persona;
4. Al contrario de lo que se cree, es imposible multiplicar la riqueza, tratando de dividirla;
5. Cuando la mitad de la población cree la idea de que no tienen que trabajar porque la otra mitad de la población va a apoyarla, y cuando la otra mitad cree que no vale la pena trabajar para mantener a la primera mitad, entonces llegamos al principio del fin de una nación.
Me gustaria en serio ver una refutación
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