Se habla de generación literaria cuando nos referimos a un grupo de escritores que, nacidos en fechas cercanas y movidos por un acontecimiento de su época, se enfrentan a los mismos problemas y reaccionan de modo semejante ante ellos.
De las muchas que hay en la literatura de todos los tiempos, quiero detenerme un ratito en la Generación del 27 española. El acontecimiento que los unió y que les dio el nombre fue el homenaje que el grupo hizo a Luis de Góngora en el año 1927 en Sevilla, al conmemorarse el tercer centenario de su muerte.
Los principales representantes del grupo son Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández y Luis Cernuda.
Las características esenciales de la Generación del 27 pueden resumirse en dos palabras: Tradición y vanguardismo, ya que aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con las tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por los autores clásicos y por las formas populares del Romancero, pero a la par que lo tradicional, las corrientes de vanguardia, sobre todo el surrealismo, ejercen gran influencia sobre ellos ya que exploran el mundo de lo inconsciente y pretenden alcanzar la belleza absoluta, que está por encima de la realidad
Es destacable también la intención estética pues para ellos es imprescindible encontrar la belleza a través de la imagen. Pretenden eliminar del poema lo que no es belleza y, así, alcanzar la poesía pura. Sienten especial interés por los grandes asuntos del hombre, como el amor, la muerte, el destino y los temas cargados de raíces populares preocupándose por la expresión lingüística usando lenguaje cargado de lirismo. Utilizan estrofas tradicionales del romance y la copla y clásicas ( del soneto y terceto, pero también utilizan el verso libre y buscan el ritmo en la repetición de palabras, esquemas sintácticos o paralelismo de ideas.
Veamos una chispa de Rafael Alberti
La paloma
Se equivocó la paloma
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur;
creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era su blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.
Por supuesto también un fragmento de García Lorca en esta Canción del Jinete
En la luna negra
de los bandoleros,
cantan las espuelas.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
Las duras espuelas
del bandido inmóvil
que perdió las riendas.
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
..
Y para el final esta maravilla de Felipe Leon, que conmueve por la simpleza con que dice el todo.
Deshaced este verso.
Quitadles los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma.
Aventad las palabras,
y si después queda algo todavía,
eso será poesía.
Definitivamente sublime!
Pero también están LOS POETAS MALDITOS
En los salones burgueses decimonónicos y de principios de siglo XX, existieron personajes que no toleraban la sociedad ni la realidad que les rodeaba. Se auto declararon poetas, tenían o decían tener una sensibilidad superior a la del vulgo y actuaban con rebeldía. Siendo incapaces de sostener una actividad rentada estable se dieron a la bohemia con todos sus vicios y degradaciones, ganándose – no sin justicia - el repudio unánime de sus familias y de la sociedad.
Ellos fueron los poetas malditos, los incomprendidos por sus contemporáneos.
Lógicamente, a causa de sus devaríos artísticos no obtuvieron ese éxito en la vida normalmente o acaso malamente asociado con el dinero o la popularidad.
Paul Verlaine en el ensayo Les Poètes maudits rescata seis de ellos: Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Auguste Villiers de L'Isle-Adam y Pauvre Lelian”, que si bien se mira es un anagrama del nombre del propio autor.
La realidad indica que fueron muchos mas los que fueron tratados como desiguales respecto de la sociedad, y que han tenido en general vidas dramáticas como consecuencia de sus dones literarios: Charles Baudelaire, François Villon, Thomas Chatterton, Aloysius Bertrand, Gérard de Nerval, el conde de Lautréamont, Petrus Borel, Charles Cros, Germain Nouveau, Antonin Artaud, Émile Nelligan, Armand Robin, Olivier Larronde, Innokienti Ánnienski,John Keats, Federico García Lorca, Edgar Allan Poe , Raúl Gómez Jattin y Leopoldo María Panero fueron algunos de ellos
Del escabroso Leopoldo Maria Panero LA CUÁDRUPLE FORMA DE LA NADA
Yo he sabido ver el misterio del verso
que es el misterio de lo que a sí mismo nombra
el anzuelo hecho de la nada
prometido al pez del tiempo
cuya boca sin dientes muestra el origen del poema
en la nada que flota antes de la palabra
y que es distinta a la nada que el poema canta
y también a esa nada en que expira el poema:
tres son pues las formas de la nada
parecidas a cerdos bailando en torno del poema
junto a la casa que el viento ha derrumbado
y ay del que dijo una es la nada
frente a la casa que el viento ha derrumbado:
porque los lobos persiguen el amanecer de las formas
ese amanecer que recuerda a la nada;
triple es la nada y triple es el poema
imaginación escrita y lectura
y páginas que caen alabando a la nada
la nada que no es vacío sino amplitud de palabras
peces shakespearianos que boquean en la playa
esperando allí entre las ruinas del mundo
al señor con yelmo y con espada
al señor sin fruto de la nada.
Testigo es su cadáver aquí donde boquea el poema
de que nada se ha escrito ni se escribió nunca
y ésta es la cuádruple forma de la nada.
Leopoldo Panero
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