Nos dejó mucha poesía "telurica".
Hay quienes rehuyen de esa temática, simplemente por una cuestión de gustos, otros por personales decisiones y algunos mas acaso seducidos por éticas y estéticas diferentes.
Sin embargo quien puede sustaerse de la belleza de esta página.
Salió el sol esa mañana, amarillo como el trigo
cuando la espiga madura, se humedece de rocío.
Sobre una calle ensayaba, un pajarito sus trinos
mientras tibios emplumaban, los pichones en el nido
y se me ocurrió decir: Gracias a Dios que estoy vivo
Salí bebiendo la brisa, que se me volvió suspiro
porque suspiro se me hace todo el aire que respiro.
Tal vez por que anda por ahí algún recuerdo escondido
es que medio me apuró del corazón los latidos
y se me ocurrió decir: Gracias a Dios que estoy vivo
Entraron en el jardín un par de cuscos amigos,
y tomados de las manos iban cantando dos niños.
El albañil de la esquina desafinaba un silbido.
Sentí en el aire un aroma que antes nunca había sentido.
Y se me ocurrió decir: Gracias a Dios que estoy vivo
Así me dolía menos todo lo que había perdido.
Y ni me importó siquiera lo que quise y no he tenido
Y así me puse a pensar, aunque con mucho cariño,
como será todo esto, después de que me haya ido
pero mientras repetía: Gracias a Dios que estoy vivo.
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