Bienvenidos

Aquí hay un poco de todo. No será un lugar demasiado original ni distinto, pero acaso si lo suficientemente entretenido como para que tengan ganas de volver.

22 de enero de 2016

PRESIDENTES, PRESIDIDOS O PRESIDIARIOS

Este modelo organizativo internacional define, por un lado unos pocos productores de bienes y servicios y por el otro una gran cantidad de gente consumiendo esos bienes y servicios.
Todo está montado y diseñado para que esa organización no se resienta: los horarios, las escuela, los contenidos educativos, la formación académica, la tele, los medios de comunicación, las empresas PyMES, las corporaciones, los estados, las economías, la explotación de los recursos, las finanzas, los partidos políticos, los clubes de futbol, las iglesias, la ciencia, la tecnología… Todo está dispuesto para servir al sistema.
El sistema no es capitalista ni imperialista ni comunista ni socialista, ni humanista, ni democrático, ni republicano, ni monárquico, ni peronista, ni radical, ni feminista, ni machista, ni ecologista, ni nada de eso.
El sistema es el sistema.
Es socialista donde le conviene ser socialista, es capitalista cuando le conviene ser capitalista, es republicano, monárquico o ecologista, según los vientos.
En los setenta hubo una película que se llamó Rollerball, protagonizada por James Caan, John Houseman y otros. Parecía, o fue presentada como una película de ciencia ficción. Era un film que aventuraba como seria el mundo del 2018 con un estado corporativo global, que contenía entidades tales como Energy Corporation, un monopolio global de energía operando junto a otras corporaciones nominales que controlan el acceso al transporte, lujo, vivienda, comunicación y alimentos a escala global. Pocos la recuerdan, y si la recuerdan, será por las motos y el juego de rollerball, en el que para ganar había que matar a todos, pero lo cierto es que esa distropia de la sociedad regida por las corporaciones de alguna manera se dio.
Ahora pregunto. ¿Nadie vio MATRIX?
Bueno allí, en esa película se presenta esencialmente el mundo que viene y es - ya que gustamos tanto de los clichés- un esquema de ejercicio del poder.
El poder es la facultad, la potestad, la potencia de hacer algo sin que nada ni nadie pueda impedirlo o condicionarlo. Eso es el poder. Y eso es lo que se propone el sistema: Ejercer el poder.
Eso, y no otra cosa es el sistema.
Parece que al poder no se lo entiende hasta que se lo ejerce, y cuando el poder es nominal, el que lo ejerce no quiere dejarlo, lo que me lleva a concluir que definitivamente el poder seduce y una vez que muerde no larga mas.
El hombre mató, mata y seguirá matando por tener poder, en tanto tenga como objetivo de su vida el poder.
En estos tiempos, el poder está asociado al dinero, pero tiempos hubo que lo daban los cargos, las religiones, las armas, la cultura.
Hoy emana del dinero, de allí la necesidad que tienen algunos de acumularlo.
¿Y cómo se genera dinero? Teniendo dinero. Así de fácil. Si se tiene dinero se puede generar más dinero.
Si no se tiene dinero, entonces el único capital que se posee es tiempo y quien tiene dinero lo compra.
Entonces vendiendo tiempo, se tiene trabajo produciendo para el sistema que paga el salario necesario para que se posea el dinero que se necesita para comprar lo que el sistema produce y así es como se ingresa al círculo vicioso.
Si solo se tiene tiempo y se desea el poder sin dudas se está del lado equivocado del mostrador.
Claro, que hay otras formas de obtener dinero, pero el sistema determina que no son lícitas. Entonces las actividades ilícitas son altamente rentables. Acá no sigo el razonamiento, por obvio.
Si se desea el poder, el trabajo como lo entendemos comúnmente, no es el camino.
Pero espera, espera... Si consumes esto, estotro y aquellotro, tal vez pueda que... este… bueno… si, pero… a ver... Consume un poco más y otro poco y otro más mientras miras la tele, olvídate un rato del poder, hay tiempo, anestésiate, no pienses demasiado, despiértate, sigue consumiendo…
Así nos quieren: Anestesiados y consumiendo aunque hagamos pelota el universo.
¿Y cuál es la solución?
¿Hacer una revolución y repartir mejor el dinero? ¿Tenemos dinero? ¿No? Entonces no hay revolución. Las revoluciones necesitan dinero y así seguimos dentro del círculo. Guerra, paz, petróleo, bombas de hidrogeno, burbujas financieras, sublevaciones ficticias, todos conectados a la Matrix, anestesiados y consumiendo.
No vale pensar, pensar es peligroso
E inevitable.
Y pensando en que el mundo tal como es hoy no conforma a algunas mentes, comienza el hombre a entender que la victoria en la lucha por el poder sera una victoria pírrica: el que gane sera el presidente sin presididos, presidiario de si mismo. Por defender su conquista termina siendo esclavo de lo conquistado. Como diría Facundo: Jodiendo, se jodió.
Fue entonces cuando comenzó a aparecer nuevas tendencias desglobalizantes con nuevas formas asociativas, innovadoras tecnologías de producción y de consumo, transformando los meros consumidores en prosumidores es decir productores-consumidores, aprehendiendo conceptos novedosos como la permacultura, los diseños biosustentables, la tecnología intuitiva, el reciclado, las energías limpias, en fin, todas acciones que implican salirse del rebaño y encarar una vida mas en armonía con la naturaleza, con la esencia humanista del simio humano, en contacto con lo mas genuino y acaso primitivo que tiene la inteligencia y no solo con la catarata virtual, emocional y de imágenes a las que nos somete la sociedad globalizada y sus creaciones
Hay que desconectarse un rato de la matrix y eso no significa desenchufarnos. De ninguna manera. Significa, saber que existe otra forma de vida, otra organización personal, familiar y social posible donde el individio pesa por si mismo, sin importar el contexto y tomar la decisión personal de comenzar a hacerlo, de educarse para ello, de vivir conforme a esos nuevos estilos, de vincularse con personas que lo están haciendo.
Celularmente, anónimamente, compartimentadamente, cómo en "V, Invasión Extraterrestre”, buscándonos en la oscuridad, con la tranquilidad de que no funcionan las reglas de la generalidad, desdeñandolas, despreciando las exigencias del mercado que manda cambiar el celular cada tres meses, no las necesitamos demasiado, no tenemos ningún Donovan, no hacen falta lideres para esto, alcanza con unos muy pocos Bill Mollinson, algún que otro Gernot Grunke, la Net para nutrirnos de conocimientos y contactos, la información de algunas universidades que ya la ven venir y a comenzar a caminar y casi nada mas...
Con poco, sin cargas físicas, libre la mente de prejuicios y preconceptos, sin lugar a donde llegar, por que donde quiera que llegue estará bien.
Asi es este camino.
Hay aldeas, aldeas sustentables, ecoaldeas, ecovillas, floreciendo por casi todo el planeta.
Algunas – como es de manual en estos tiempos - son meros barrios privados, con orientación biodegradable. Pura basura capitalista. Entretenimiento de ricos para calmar la consciencia.
Pero también hay muchas que funcionan espectacularmente bien, consolidadas y estables.
Ese es el camino hacia una nueva sociedad, con nuevos valores aprehendidos desde la necesidad del individuo de estar en paz, y no desde la pax liberal, impuesta por los mercados y los lideres mesiánicos funcionales a estos, nuevos vínculos societarios, nuevos formas de atención de la seguridad colectiva, de la salud, de la educación para el individuo, no para el mercado,
Un sueño, una utopía, un horizonte que sirve para caminar.
La excesiva globalización produce aldeas y a la aldea me le animo.

FP 22/01/2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario