Ante la globalización, la supremacía del discurso único, urgente y consumista, el agotamiento de los recursos y los fenómenos de cambio climático global, la violencia social producto de la creciente desigualdad y la anarquización eran rumbos previsibles.
Y no se en que orden, por que ambos se reciclan y autopotencian recíprocamente.
Como contrapartida, los ghetos, las micromunidades, la aldeización de la sociedad y del pensamiento, también eran respuestas previsibles.
Ya lo dijeron otros: Los excesos racionales terminan siendo neutralizados por abrumadoras reacciones pasionales, o, dicho de otra forma, las desmesuradas gestas racionalistas terminan siendo abolidas por rebeliones románticas.
El hombre termina saliéndose del sistema. Bajarse del mundo, hoy, ya es una realidad inobjetable.
Hay mucha tela para cortar aca. Hay mucho que explicar y entender, pero lo concreto es que los movimientos emergentes comienzan a aparecer doquier se mire y conceptos como ecoaldeas, bioconstrucción, neoruralismo, sistema autosustentable, agricultura biodinámica, tecnología intuitiva, están tomando cada día mas fuerza y comienzan a exigir espacios físicos donde desarrollarse.
Estos nuevos marginales, los descafilados, los autosuficientes, los que no están en las filas, "emergen" con una fuerte vocación ecológica y ávidos de una vida menos compleja y equilibrada y en armonía con el medio ambiente, pero se encuentran con que no han recibido ninguna o casi ninguna formación medioambiental. Mas bien fueron arreciados por los mandatos del mercado, forjados a fuego en las fraguas de la oferta y la demanda, del liberalismo y neoliberalismo, de la libre competencia, de la economía acumulativa, de la supervivencia del mas fuerte, en el “si no estás en los medios, no existís.
Pero la necesidad de barajar y dar de nuevo es potente y es un perro del que es difícil soltarse una vez que mordió.
Entonces le preguntan al abuelo, que todavía se acuerda cuando la leche se vendía en jarra, sarandean esos conocimientos en los cernidores de algunas universidades visionarias que hacen algunas investigaciones al respecto y se zambullen en workshop, talleres, y cuantas experiencia aparezca por alli, en búsqueda del conocimiento técnico empírico con el que intuyen van a sobrevivir en el futuro: La llaman tecnología intuitiva. Es puro sentido común.
Así aparecen una casa autosustentable, construida con residuos reciclados por un ... ama de casa! Ella solita. Una mujer, visionaria y decidida como siempre son las mujeres libres, dijo: ¡Ma sí. Yo también puedo sola!.Y a jugar con tierra. Literalmente.
Y el efecto cascada o domino se desbarranca. Yo lo vengo diciendo desde hace rato: Pone una rosa en tu ventana que la cuadra florecerá sola.
Cada quien desarrolla lo suyo, con lo que tiene a mano, en su propia comunidad o en su lugar de origen.
Como era en un principio.
Cada uno tiene su propia receta para construir con Cob o Cordwood, Quincha o Green Roof.
Cada uno se ingenia para llevar adelante sus diseños permaculturales.
Se nuclean, se organizan, se pasan información. No se regatea ni esconde nada: Si tengo información, la podes usar. Si la tenes vos, yo también dispongo de ella.
Ese concepto, esa práctica de la solidaridad marca redondamente la diferencia.
El gran ausente, como siempre en estos fenómenos sociales autónomos y saludables, es el Estado.
El "Sistema" anda por allí, vaya uno a saber detrás de que prioridades.
Habría que anoticiarlo para que vaya previendo el debate que se viene.
La creación de la figura juridica y social de la Eco Aldea bajo parámetros urbanísticos cien por cien ecológicos, sostenibles, autosuficientes y autogobernado, (shhhh, ahí está la palabra que no debía usar), será una necesidad en el corto plazo.
Los diversos factores y variables como las superficies, las técnicas de bioconstrucción aceptadas, los diseños de permacultura tolerables, servicios mínimos, régimen jurídico y de propiedad comunitaria, deben ser de alguna manera reglados tal y como ya se realiza con los campings rurales en suelo rústico no urbanizable
Esto es nuevo, debatible, hay que encontrarle la vuelta, claro que si. Pero también, este seguro de esta verdad: Hay un permacultor en potencia en cada niño.
La contracara es un dealer en la 1:11.14.
ENTRE EL INFINITO Y LA ETERNIDAD. Por FEDERICO PRINCICH. Cuentos, relatos, anécdotas, personajes, biografías, crónicas de viajes, libros, opiniones, curiosidades, imágenes, música de todos los tiempos y lugares.
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Aquí hay un poco de todo. No será un lugar demasiado original ni distinto, pero acaso si lo suficientemente entretenido como para que tengan ganas de volver.
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