El reciclado artesanal o el re-uso es una actividad y una actitud personal. Básicamente no es comercial. Uno refuncionaliza y re-usa cosas para goce y disfrute personal, no para la venta. Quita cosas del circuito de contaminación y a la vez le da un segundo uso antes de desecharlo definitivamente, alargando la vida útil del material.
Mostrarlo es un acto de solidaridad y cooperación con otros recicladores. Y bueno... si... un poco de vanidad también hay.
-Mira lo que hice...
Pero solo un poquito.
-Mira lo que hice y te muestro como, para que lo puedas hacer vos.
Algo así sería.
Porque la solidaridad y el compartir el conocimiento de estas tecnologías intuitivas es esencial para estas nuevas (nuevas ?) modalidades de protección y autogestión ambiental
Pero hay otras tribus urbanas posmodernas con idéntico sentido proteccionista aunque con una finalidad ya no tan personal sino que hacen del reciclado una actividad comercial.
Los recuperadores urbanos son personas que dedican su tiempo a recoger lo que la sociedad de consumo desecha para transformarlo en material reusable o reciclable. Inscribiríamos allí a los popularmente llamados cartoneros, botelleros, chatarreros, vidrieros y demás, que recorren la ciudad y los puntos urbanos ya conocidos por ellos de donde recogen, acomodan y disponen cartones, electrodomésticos desechados, madera, chatarra en general.
En un escalón mas arriba están los acopiadores. Son una especie de empresarios que adquieren para luego vender cartones, botellas de plástico y vidrio, papel, chatarra, metales como cobre, bronce, plomo, etc. Por lo general son abastecidos por los recuperadores urbanos y algunos particulares que se hacen unos mangos a partir de lo que tienen como basura en sus galpones y fondos. Los acopiadores por lo general venden el material a los mayoristas.
Los "fierros" van a las acerías para reconvertirse en hierro comercial, los vidrios a las fundiciones de vidrios, los plásticos a los que los reducen a perlas y luego a los extrusadores y fabricantes de enseres y así sigue el ciclo.
Los artesanos del metal, la madera y el vidrio son clientes de estos acopiadores, aunque muchas veces son ellos mismos los que recorren y juntan su material. Nidia Molina y los suyos recorren las gomerias para hacerse de cubiertas que transforman en cuchas para perros, y planteros que tienen muy buena aceptacion y una nutrida clientela.
Los artistas plasticos y escultores posmodernos tambien recurren a este circuito comercial para hacerse de material para sus obras. Yo mismo he ido a agenciarme de algún fierro raro que me faltaba y los he visto hurgando en las montañas de chatarra mientras echan humo ensimismados en sus propios universos creativos. Hasta los he escuchado hablando solos.
Pero allí están, descontaminando, o en el último de los casos, no contaminando mas, que es un enorme gesto y es ganancia.
Como siempre digo: Pongamos la flor en nuestra ventana, que la cuadra florecerá sola.
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