Entonces un día,
sin ningún motivo aparente,
el universo conspirará
para que nos paremos
frente a frente
y mirándonos a los ojos
descubramos que Cortazar tenía razón,
que andábamos sin buscarnos,
sabiendo que nos encontraríamos
y esa vez será el nosotros
que pretendimos
desde el fondo de nuestros tiempos
y que no hallamos
todavía.
Se que iras a esa cita.
Con tus tacones y aretes de cristal
Levaré mis poemas, mi paz
Es inevitable
Seré puntual.
20/11/2016