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25 de septiembre de 2018

Borrador para entender el calendario

Los historiadores piensan que hacia el año 4241 a.C., los egipcios usaban ya el calendario más exacto de la antigüedad. Tenían un año que estaba dividido en 12 meses cada uno de 30 días y tenían además 5 días adicionales, lo que totalizaba un ciclo solar completo.
Por otro lado, los romanos enamorados de la base 10, habían introducido, hacia el siglo VII a.C., un calendario en el que el año duraba 304 días divididos en 10 meses. En este calendario, el año comenzaba en el mes de Marzo.
Como la duración del año era muy distinta al tiempo que en realidad tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol, sucedía que las estaciones no se repetían en las mismas fechas de un año para otro. Por eso, también en el siglo VII a.C. se decidió añadir dos meses más, Enero y Febrero, al final de cada año.
A partir de esta modificación, el año romano quedó compuesto por doce "meses lunares", los llamaban así porque la duración de un mes era el tiempo que transcurría entre una luna llena y la siguiente, periodo de aproximadamente 29 días y medio y que ellos calcularon redondamente de 30 días.
Así los doce meses del primer calendario romano eran: Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, September, October, November, December, Ianuarius y Februarius.
Fue  Julio César con la instrumentación del calendario que llevaba su nombre - el calendario juliano-  el que  estableció el primero de enero como el día de año nuevo en el 46 a.C.  Los romanos dedicaron este mes al dios Jano, el dios de las entradas, las puertas y los comienzos. El mes de enero recibió su nombre en honor a este dios ( Jano - January) el que tenía dos caras, una mirando hacia delante y la otra hacia atrás, una al año nuevo y otra al año viejo.
Después de este primer calendario, el imperio romano se guió por el calendario Juliano que entró en vigor el 1° de enero del año 45 a.C. Este calendario debe su nombre al emperador Julio César quién mandó a sus astrónomos diseñarlo para corregir todos los errores que se tenían con el antiguo calendario romano. El astrónomo que dirigió el proyecto fue Sosígenes de Alejandría. El calendario fue establecido en todo el Imperio Romano y realmente logró resolver los problemas que se tenían; sin embargo Julio César pudo disfrutarlo muy poco pues un año después de que se adoptara este nuevo calendario, él fue asesinado.
Para que el nuevo calendario realmente coincidiera con la entrada de las estaciones se ampliaron a 15 los meses del año 45 a.C. Esto fue necesario para corregir el retraso de tres meses que se había acumulado con el calendario anterior. El año 45 a.C. fue llamado el "año de la gran confusión" por lo largo que fue y porque nadie sabía exactamente en qué día vivía; sin embargo, gracias a este año tan largo se logró resolver el desorden que se tenía. A partir del año siguiente se instauraron años de 12 meses con el nuevo calendario Juliano.
El calendario Juliano se basaba en el año egipcio que tenía 365 días más 1/4. Cada cuatro años se intercalaba un día (éste es el origen de los años bisiestos) y el año se dividió en 12 meses de distinta duración, puesto que 365 no es divisible por 12. En honor de César se dio el nombre de Julius al mes Quintilis.
Después del asesinato de Julio César, su sucesor Augustus mandó perfeccionar aún más el nuevo calendario y fue entonces cuando se estableció que el primer mes del año sería enero y el segundo febrero. El Senado romano cambió el nombre del mes Sextilis por el de Augustus.
Los nombres de los meses que tenemos actualmente provienen del calendario Juliano y su origen es el siguiente :
1. Enero (en latín, Ianuarius) El nombre procede de Jano, el dios romano de las puertas y los comienzos. En el antiguo calendario romano, Enero era el onceavo mes del año. En el siglo I a.C., con el calendario Juliano, pasó a ser considerado como el primer mes. El 1 de enero, los romanos ofrecían sacrificios a Jano para que diera un buen comienzo al nuevo año. Su símbolo era una cabeza con dos caras, una que miraba al Este y otra que miraba al Oeste.
2. Febrero (en latín, Februarius) El nombre procede de la palabra latina "februa", que se refería a los festivales de la purificación que se celebraban en la antigua Roma durante este mes.
3. Marzo (en latín, Martius): Para los antiguos romanos, esencialmente guerreros, este mes consagrado al dios de la guerra, Marte, era el primero del año, fue con el calendario Juliano, cuando se estableció que Enero sería el primer mes del año, cuando Marzo pasó a ser el tercero.
4. Abril (en latín, Aprilis): El nombre de este mes se deriva de la palabra latina "aperire" que significa "abrir". Los romanos eligieron el nombre de abril probablemente porque comenzaba la estación en que la naturaleza comenzaba de nuevo a "abrirse".
5. Mayo (en latín, Maius): Era el tercer mes en el antiguo calendario romano y tradicionalmente se acepta que debe su nombre a Maia, la diosa romana de la primavera y los cultivos. Las celebraciones en honor de Flora, la diosa de las flores, alcanzaban su punto culminante en la antigua Roma el 1 de mayo. En Europa se levantaban mayos (palos de mayo) en las aldeas adornados con espinos en flor el 1 de mayo.
6. Junio (en latín, Iunius): Hay distintas versiones sobre la etimología del mes de junio. Algunos historiadores piensan que el nombre de este mes proviene del nombre de la diosa romana Juno, la diosa del matrimonio. Otros autores proponen, en cambio, que el origen del nombre de este mes proviene de la palabra latina "iuniores" (jóvenes) en oposición a maiores (mayores) para el mes de mayo, quedando así los dos meses dedicados a la juventud y a la vejez respectivamente.
7. Julio (Quíntilis): Era el quinto mes del año en el calendario romano primitivo y por eso fue llamado Quintilis, o quinto mes, por los romanos. Fue el mes en el que nació Julio César, y en el 44 a.C., año de su asesinato, el mes recibió el nombre de julio en su honor.
8. Agosto (Sextilis): Dado que era el sexto mes del calendario romano, que comienza en marzo, fue originalmente llamado "Sextilis" (en latín, "sextus", que quiere decir sexto). Se le dio el nombre de agosto en honor al emperador romano César Octavio Augusto.
9. Septiembre (September): Era el séptimo mes del calendario romano y toma su nombre de la palabra latina "septem", que significa "siete".
10. Octubre (October): Octubre era el octavo mes del antiguo calendario romano (en latín "octo", que significa ocho).
11. Noviembre (November): Entre los romanos era el noveno mes del año (en latín, novem).
12. Diciembre (December): Diciembre era el décimo mes (en latín, "decem", significa diez) en el calendario romano.
Parece ser que Julio César deseaba que el año nuevo comenzara con el equinoccio de primavera, o con el solsticio de invierno, pero el Senado Romano, que tradicionalmente utilizaba el 1 de Enero como comienzo de su año oficial, se opuso a César e impuso esa fecha como la del comienzo del año. Esta es la razón por la que aún hoy en día nuestro año nuevo comienza en un punto arbitrario de la órbita de la Tierra.
Además, originalmente el mes de Febrero tenía 29 días los años normales y 30 los bisiestos. Pero al haber sido los meses del antiguo calendario Quíntilis y Séxtilis renombrados como Julio y Agosto, en honor de Julio César y César Augusto respectivamente, se decidió que el mes de Agosto tuviera 31 días en vez de los 30 que originalmente tenía Séxtilis. Para ello se le quitó un día a Febrero. Para el Senado era muy importante que César Augusto no se considerara inferior a Julio César por lo que "su mes", debía de tener la misma cantidad de días que "el mes de Julio César".
El sistema de numerar los años a partir del nacimiento de Jesucristo, de la indicación A. D. (Anno Domini, año del Señor), se debe a Dionisio el Exiguo en el siglo VI.
Concretamente fue en el año 525 de nuestra era, cuando el monje Dionisio el Exiguo introdujo el calendario cristiano, al afirmar que Jesús había nacido el Sábado 25 de Diciembre del año 753 a.u.c. El clero cristiano se apresuró a difundirlo entre la población y situaron el principio de la nueva era, el A.D. 1 (Anno Domini 1) comenzando el Sábado 1 de Enero del año 754 a.u.c. que era el comienzo del primer año tras el nacimiento de Jesús.
Sin embargo, Dionisio cometió varios errores. El primero de ellos fue no incluir el año cero que debería situarse entre el año 1 a.C. y el año 1 d.C. Realmente no es muy justo atribuir este error a Dionisio, pues el cero era un concepto matemático desconocido en aquella época en su entorno. Pero también cometió el error de olvidar los cuatro años en los que el Emperador Augusto gobernó bajo su propio nombre: Octavio. De este modo el error sería de 5 años en total. Al durar el año juliano aproximadamente 11 m y 14 s más que el año trópico (tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa al Sol), acumula un error de un día cada 128 años. En 1477 el equinoccio de primavera se había adelantado al 11 de marzo. A la Iglesia preocupó este error que afectaba a la celebración de la Pascua de Resurrección y otras fiestas movibles que dependen de ella.
Para corregir el error, el papa Gregorio XIII, nombró una comisión de astrónomos y matemáticos para que revisaran el calendario Juliano. Así las dos personas que terminaron de diseñar el calendario que usamos actualmente fueron: Luigi Lilio Ghiraldi (o Aloysius Lilius), médico de Verona, quien ideó el nuevo sistema y Cristóbal Clavius, astrónomo, matemático y físico de Nápoles, quien hizo todos los cálculos necesarios. En marzo de 1582 fue abolido el calendario juliano por decreto del Papa Gregorio XIII y se estableció el Calendario Gregoriano.
El calendario Juliano había acumulado un error de diez días con respecto al año trópico por lo que estos días tuvieron que restarse de forma arbitraria; así en el año 1582, el día siguiente del jueves 4 de octubre fue el viernes 15 de octubre. Este ajuste logró que en el año 1583 el equinoccio de primavera sucediera el 21 de marzo.
En nuestro calendario actual, el Calendario Gregoriano los años bisiestos se calculan de distinta manera a como se calculaban en el calendario Juliano.
Un año es bisiesto si las dos últimas cifras son divisibles entre 4, excepto cuando ambas son cero. Sin embargo cuando las cuatro cifras, es decir, el número completo del año, es divisible entre 400 entonces el año sí es bisiesto aunque sus dos últimas cifras sean ceros.
Así, por ejemplo, 1944 fue un año bisiesto pues no termina en ceros y sus dos últimas cifras son divisibles entre 4; 1900 no fue bisiesto pues acaba en dos ceros. Sin embargo, el año 2000 aún y cuando termina en dos ceros si fue bisiesto pues el número 2000 es divisible entre 400. En 400 años se producen, por lo tanto, 97 años bisiestos en lugar de 100, cómo se generaban en el calendario Juliano.
El Calendario Gregoriano, que acumula un error de un día en 3226 años, fue adoptado por todos los países católicos y la mayoría de los protestantes, aunque algunos de éstos no lo adoptaron inmediatamente. Inglaterra, por ejemplo, no remplazó el Calendario Juliano por el Gregoriano sino hasta el año 1752, para hacerlo tuvo que hacer un ajuste: el día siguiente al miércoles 2 de Septiembre de 1752 según el calendario Juliano, fue el jueves 14 de Septiembre de ese mismo año 1752, según el Calendario Gregoriano. La confusión fue total y aún hoy en día hay fechas que los historiadores no pueden determinar con certeza. Como consecuencia del cambio de calendarios, resulta que aunque tanto Cervantes como Shakespeare murieron el martes 23 de Abril de 1616 en España e Inglaterra respectivamente, en el caso de Cervantes se aplicaba ya el Calendario Gregoriano, mientras que en el de Shakespeare la fecha corresponde al Calendario Juliano. Así pues, Shakespeare murió el martes 3 de Mayo de 1616 según el calendario Gregoriano, por lo que no murió el mismo día que Cervantes.
Rusia, probó entre 1923 y 1940 diversos calendarios y en 1940 adoptó oficialmente el Calendario gregoriano. Antes de la Revolución Bolchevique que dio lugar al nacimiento de la Unión Soviética, se utilizaba en Rusia el Calendario Juliano, por lo que dicha Revolución se llamó la Revolución de Octubre, ya que se inició el martes 24 y el miércoles 25 de Octubre de 1917 según el Calendario Juliano, pero estos días corresponden a los días martes 6 y miércoles 7 de Noviembre de 1917 en el Calendario Gregoriano y son, de hecho, las fechas en las que actualmente se conmemora la Revolución Rusa.
La mayoría de los países utilizan hoy el Calendario Gregoriano.